martes, 20 de diciembre de 2016

El Lope brindó con vino y Heavy Metal en latín


Wild Chain Rota Fortunae. Teatro Lope de Vega, Sevilla (09/12/16)

            Nada más terminar aquel Rota de marzo de 2.015, en el Teatro Alameda, primera vez que lo presentaban, lo primero que pensé fue “cuándo podremos ver este ESPECTÁCULO de nuevo”. La misma reacción al dejar el Lope...
          Hablando con compañeros y amigos todos coincidíamos por aquel marzo del año pasado en que el show era exportable en su integridad. Otras ciudades, otros escenarios, teatros, recintos habilitados para acoger cultura y arte debían abrazar la calidad del proyecto. Y comentando con miembros de la banda, ésa era la intención, pero se quedó en eso, por motivos que no vienen al caso pero más por lo cerrado del circuito que otra cosa (desde luego no por las ganas del combo hispalense).
Pasaron las semanas y no veía nada en las redes, salvo fantásticas críticas. Finalmente, y tras una segunda aparición como banda apoyando el XXV aniversario del debú de Cadena Perpetua (¡¡nueve meses después!!), sí trascendió que el Rota volvería a ser insuflado de vida y esta vez en versión colosal, en el Teatro Lope de Vega de la ciudad natal del grupo, en lo que iba a ser un hito histórico, dado que sería la primera vez que un artista dedicado a la música Heavy Metal pondría sus dos pies en tan ilustre institución cultural. Por ahí han desfilado los mejores…




"El show es exportable en su integridad. Otras ciudades, otros escenarios, teatros, recintos habilitados para acoger cultura y arte deben abrazar la calidad del proyecto."

            Así que éste sí se convertía en el evento del año en la escena sevillana, anunciado otros tantos meses con antelación, para intentar asaltar el Lope y dar espaldarazo definitivo a un sueño que merece ser compartido, alargado en el tiempo, expandido, llevado, como decíamos, a otros muchos Lope y Alameda.
            Dejando de mirar al pasado, empapémonos de presente y futuro, y comentemos lo que fue esa inolvidable noche en la que el titular más difundido podría ser: “Wild Chain conquista el Lope de Vega. Primera banda de Heavy Metal en hacerlo. Se abre el portón a un género denostado y que merece ser abrazado”.
            Y así fue, hecho que atestiguaron las casi 500 personas que auparon a la banda, algunas sin poder refrenar su deseo de mover la melena al son de “Dragon´s fire”, por ejemplo. Yo mismo me contuve para no armarla, pero cuernos en alto, cuerpos agitados, gritos puntuales, algún “yeaaaah” y hasta piropos en plan guasa se dejaron sentir en las butacas del teatro, como era previsible. La emoción embargaba. Contenida pero palpable.
Familias al completo, amistades de los Pipió, Kubero, Mejías, Sobrino y demás miembros, allegados, caras conocidas de siempre, y muchos niños/as con sus camisetas de W.Ch.

“Wild Chain conquista el Lope de Vega. Primera banda de Heavy Metal en hacerlo. Se abre el portón a un género denostado y que merece ser abrazado”.


           Las personas encargadas del acomodo y la logística recibían al público, quizá con cara de a ver qué se cuece aquí hoy, quizá sin darle mayor importancia al ser un evento más (no para los allí presentes). El “Jartible Histórico” (un abrazo incansable Alexis) no daba abasto repartiendo merchandising de la banda, cartelón haciendo de photocall que alegraba rostros y almas, técnicos en sus puestos, músicos en tensión (Fali y Kubero “out”, lógicamente, que no atendían mi llamada por no saber mi ubicación y la de mi pareja…se arregló). Todo listo para que se alzara el rojo telón y la magia echara a rodar, a volar. Los textos antiguos de los Carmina Burana, junto a otros clásicos de la época como las Cántigas de Santa María y autores como Juan de la Encina, Guillaume de Machaut o Llibre Vermell, fueron los protagonistas letrísticamente hablando, con una labor de estudio profusa que hay que reconocer al gran Fali Pipió (MegaMaster). Ahí está la calidad, el punto que distingue lo bueno de la excelencia.


            Una voz de mujer, de una Diosa, nos da la bienvenida. Nos susurra sobre la fortuna, el juego, la suerte, lo esquiva que puede ser, cómo se puede mostrar afable o acabar burlándose del mortal. De fondo se escuchan dados rodar. La tela nos va dejando entrever. Todos los artistas alrededor de una mesa, vino y  juego. La puesta en escena será espectacular, se intuye. Monje que procede a abrir el gran libro de escritos Goliardos. La función ha comenzado.


            “Hiemale tempore” arranca potente, dinámica, pero le falta fuerza a la voz y a las guitarras, sonando la batería de Juan Pipió igualmente algo apagada. Hasta el cuarto “Tempus est iocundum” no será cuando se equilibre y reajuste el sonido, se haga nítido y digno en su totalidad, ya con los coros presentes de verdad. Antes “Olim lacus colueran” y la poderosa “Eden Lost” hicieron acto de presencia. Los de las butacas empezamos algo fríos, pero ya con la presentación de esa cuarta pieza fuimos ambientándonos. FJ Kubero no había parado quieto, intercalando lenguas, gestos de complicidad con Pepe Mejías (sobre todo) y Fali.




         Con “Tempus…” llegaba el canto al regocijo, a pasarlo bien, y un fondo florido primaveral nos invitaba a ello (¡cuánto juego dio la pantalla! todo un acierto)
            Descanso para la voz de Kubero (bien, aunque ya le comentamos en privado que le vimos mejor en el Alameda), y paso para los integrantes del coro. Primero una Abbi Fernández nerviosa en la presentación, en una interpretación complicada en francés antiguo que me convenció algo más en directo que en estudio (“Douce Dame Jolie”) y luego Miss Txaco Jones a dúo con el frontman del grupo en una sensacional (mi favorita) “Killer Beast Zone” de su álbum debú de mismo título. La comparación con composiciones de bandas como Therion y Avantasia es inmediata, y el extra de la voz gutural de un maqueado Ángel Martínez “Vikingore” encaja perfectamente (le ha cogido el gusto al traje y coleta, jeje).

    Abbi Fernández encara "Douce Dame Jolie".

   Brillante dueto Txaco & Kubero, con la presencia imponente al fondo, bajo la puerta 

“Non é gran cousa” tomó el relevo, con una Txakito esta vez como nos gusta verla, enfundada en cuero (su faceta soul/rockabilly no desmerece en absoluto, vaya por delante, pero mejor de negro y tachuelas). El galaico-portugués hizo acto de presencia, en otro alarde más de curro compositivo. Por cierto, recordóme a Mägo de Oz en ciertos compases del tema, con la flauta y esos ritmos danzarines.

                            Denim and Leather and Excellence...Miss Txaco Jones.


        No se nos pasa entre medio “Virent prata hiemata”, composición en la que los/as coristas toman el protagonismo, con nueva ubicación tras la batería. Incita a levantarse del sillón y danzar. Tiene un ritmo frenético que se endiabla con los riffs guitarreros y la gaita y zanfona de Juan Almaraz y Raúl Cantizano, respectivamente.


            “Dragon´s fire” mostrará la cara más metalera de la actuación (junto a “Destiny” y “Addict”), precedida de una proyección épica con la aparición en lontananza de un dragón que lanza una fiera llamarada que envuelve el escenario. Me encanta ese estribillo “Feel the Dragon in my heart!” que coreé como poseso.


            Y hasta aquí podríamos decir que una primera parte del espectáculo. Lo siguiente fue una balada, “Sic mea fata”, en la que Pipió cambió 6Cuerdas por mandolina y Kubero de registro, con una canción que podría recordar a piezas como Nessun Dorma (salvando distancias, claro), pero más tirando a canción italiana; vamos, fue mi sensación. Cantada igualmente en latín, no sé por qué me recordó a la lengua del gran Pavarotti…No me disgustó, pero a mi parecer fue menos vistosa que otras, aunque jugó su papel.



            Tras esta desaceleración y respiro, W.Ch. volvía a la carga con el tema homónimo de la banda, especial para ellos como se encargó de remarcar Kubero. Ruido de cadenas, forja…y los recuerdos de una vida musical que se adentraron en nuestros oídos (Wild Forest, Cadena Perpetua, Urbe…). Todo un homenaje a una gran época.
            El siguiente corte en caer, “Hoy comamos y bebamos”, fue el que menos chispa tuvo del set, o mejor dicho, la que menos me transmitió. Invitando a la danza espontánea (en una presentación lacia, con poco espíritu nos pareció, todo sea dicho), la corista Monika Ruth animó al respetable y ejecutó sin más ese primer corte (en castellano antiguo, del autor Juan de la Encina) en un alegato Carpe Diem donde lo importante es comer, beber (follar también, obviamente) y reponerse para volver a empezar. Y es que como bien se apuntó, la realidad del Pueblo era otra bien distinta de la que el Clero tenía…Aquí la zanfona tomó resuello y también hay un pasaje que me recordó a la banda de la bruja…Tema alegre que sin embargo no es de mi agrado (tampoco en direct), y quizá la voz de Monika pareció impostada o su registro aquí no encaje, obteniendo un resultado algo forzado.


         “Tourdion”, o la alabanza al bebercio con buen vino, en francés medieval. Otro canto alegre al desenfreno, no en vano la letra no tiene desperdicio: “Cuando bebo un vino clarete, amigo, todo da vueltas, da vueltas, da vueltas... ¡Cantemos y bebamos!, peleemos con estas botellas, hagamos la guerra.”  Los teclados a lo “Hammond” de Locobardo, otro acierto, no sólo en esta canción donde se dejó notar más (si bien podría haberse sacado más partido porque sonaron algo flojos)


    El público metalero gozó del "Rota Fortunae".

          Y ahora sí, dos temazos que incluyen dos facetas (lo fiestero y lo Heavy)  que la banda ha sabido combinar magistralmente para aunarlos en un único concepto en esta su segunda entrega discográfica, y que en directo queda fenomenal, ambos de los Carmina. Primero el que ha aparecido como segundo single y videoclip, “Bache bene venies”, que homenajea al Dios del vino, Baco. Fiestera como ninguna, hizo las delicias de los amantes de lo Celta, sin duda. La tajá que agarran los dos monjes del video es menúa… Luego, empalmando, “In taberna quando sumus” (primer videoclip); aquí el Lope se empapó en alcohol transformándose en taberna juglaresca, con casi todos los artistas danzando alrededor de la mesa y refrescando gaznate (alguna dice que con licor de hierbas…ya claro…). Las palmas y el jolgorio se instalaron en el teatro y aquello fue un desfase, con las consiguientes coñas posteriores antes del siguiente tema provenientes de los palcos (“¡Fali tómate otraaaa!”…)





"Con “In taberna quando sumus” el Lope se empapó en alcohol transformándose en taberna juglaresca, con casi todos los artistas danzando alrededor de la mesa y refrescando gaznate"

            Y cerrando el set formal, una espléndida, sublime, preciosa composición que brilló por sí misma, mejor que en el disco, a mi entender. "Stella Splendens". Con unas imágenes recurrentes y permanentes que recordaban a un cielo abierto plagado de estrellas y luces palpitantes, Kubero y Txaco ejecutaron magistralmente acompañados de la misma forma por sus compañeros, coros e instrumentos, que se fundieron para ofrecernos algo mágico, místico, onírico. En disco no se ha logrado esa recreación sensorial y belleza, al no brillar los coros como debieran.

 Fali Pipió a la mandolina y Juan Almaraz a la gaita pusieron nota de color a una "Stella" sublime.

    Preciosa y onírica la adaptación de "Stella Splendens". Brilló.

"Tras la tronada de aplausos, arremetieron echando el telón y reivindicando su sonido, sus raíces, que no son otras que las del Heavy Metal." 

            Así cerraron actuación, pero obviamente algo más había. Tras la tronada de aplausos, arremetieron y, bajo mi perspectiva acertaron, echando el telón reivindicando su sonido, sus raíces, que no son otras que las del Heavy Metal. Dos temazos duros de pura adrenalina y Metal como fueron “Destiny” (lástima algo baja las 6Cuerdas) y el candado con “Addict”, cruda como ella sola pero eso, adictiva, como va a ser la carrera musical de este referente llamado WILD CHAIN.


Y así se despidieron del Lope, con la admiración y la aclamación de todos/as los presentes, en medio del fervor y el entusiasmo.
¡Rota Tour ya!

* Gracias a W.Ch. por su cariño, condensado en el díptico del programa que presentaba a la banda y que se entregó en mano a cada asistente, teniendo a bien incluir una breve reseña mía sobre el espectáculo “Rota Fortunae” del 2.015. Y un fuerte abrazo para Fali Pipió “MegaMaster” por su cercanía, atención, confianza y siempre regalarme su música (mi admiración como artista y persona). Otro para Kubero por estar siempre ahí y por ese trato de amigo (cerveza en enero, cabrón, que somos vecinos)

Being oneself!

* Aquí más imágenes:


























* Gracias como siempre a mi padre José Luis Alarcón por currarse los retoques. Genial.

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